lunes, 22 de octubre de 2007

Xantolo (Día de muertos en Tempoal, El Higo y Tantoyuca)


"Exposición fotográfica en Tempoal,Veracruz, del 28 de octubre al 30 de noviembre"

¡Truena tu chirrión vaquero! Ya se escucha el cuerno tocar, la viejada esta aquí. Que la muerte sepa que en Tempoal, tras la mascara las caras nos veremos. No corran ni se apresuren, ni suden ni se acongojen, que la muerte chiquita nos quedo. Preparen su disfraz danzantes, talladores artistas vayan buscando un buen tronco de cedro, pemuche o pichoco que a la bocona, el payaso, la novia y la mismísima muerte le den forma, color, textura y expresión. Costureras del cajón saquen telas, agujas, chaquiras y lentejuelas, pulan su fantasía que La Viejada del Xantolo se vista de lujo. ¡Zapatero a tus zapatos! queremos nos hagas desde huaraches, botas, botines, zapatillas de tacón y hasta sandalias que los zapateados saquen chispas a la tarima con cada son. ¡Hey, músicos despierten! Vayan afinando, guitarras violines y jaranas. Para que suene claro y preciso el compás de su música y verso, toquen los sones hasta que el rasgueo las cuerdas reviente. Sones, alma de la tradición que entreteje mito, leyenda e historia. Añoranzas guardadas en su música y danza, perfumada de flores, alimentadas de antojitos. Es tiempo de prender las velas para que sus flamas parpadeantes sigan iluminando la penumbra del ayer, y sigan siendo luz del ahora. Sahumadas con copal, que al infinito se elevan en caprichosas espirales de humo.
Las ánimas ya llegaron a gozar, al Xantolo de Tempoal, El Higo y Tantoyuca, cada año invitadas de honor bienvenidas. Los altares las reciben con el amor de la familia puesto desde el camino con pétalos de cempasúchil al pie del altar, los tamales, el atole, frutas, tortillas y bocoles calientitos, pan, aguardiente, aguas de frutas, hasta los rezos y velas alumbrando su regreso en paz ellas, en paz nosotros, en paz con nuestras costumbres, en paz con lo que fuimos y somos.
No se si usted lo quiere creer o no pero. Sucedió que mi primo la viejada bailo y después comer tamales me dijo muy contento.
-“Prima, los tamales están tan buenos, que el año próximo, aquí estaré comiéndolos otra vez”
Y sí, al año siguiente de ánima regreso. De tan buen diente era el primo, que del altar y la mesa los tamales desapareció. Total, que de empacho no se ha de morir, ni de gordo se ha de pasar.
Al Xantolo no dejes de venir, veras como a la muerte la engatusan, tras mascaras de oníricos personajes ataviados con gran gala. La Viejada se precia de ser, aunque usted no lo crea, el ultimo bastión de la democracia, pues agarraditos de la mano van lo mismo Bush y Castro, que Hércules con la Catrina, Faraones egipcios tras los caballeros águilas o ancianas tembleques rodeadas de caníbales. Todos van detrás del torito, formaditos en fila van raspando la suela por la pasarela. El requisito es, la mascara tallada en madera venir a bailar. Zapatear el son con soltura y un disfraz original.
La Viejada del Xantolo tradición única, que conquista por su belleza y profundas raíces. La Viejada del Xantolo nunca quieras danzar con mascaras de vinil, cartón o plástico. No ves que el juego se acaba. ¡Y así! ni la muerte sabe.

Este relato visual plasmado por Juan Miranda, el fotógrafo desobediente, pero no dejado, fue captando de lejecitos estas imágenes, pues en todos los casos, la muerte le estuvo posando sensualmente, intentando robarle el corazón y de paso, el diente clavarle también.

Xantolo

Si así es el Diablo, que me lleven pal infierno.

Velo y mortaja del cielo baja.

No es mala la muerte cuando se lleva a quien debe.


Bendita la muerte cuando viene después del buen vivir.

De este gallo, ni pa plumero quedo.


Entre todos lo mataron y él solito se murió.


La muerte en su empeño no cesa, a mancos y cojos, a todos nos empareja.


La muerte es flaca y no ha de poder conmigo.



De la vida aprendí que la muerte libre es.
Hacerse el muerto para ver pasar el entierro.
En el diablo confié, y cuando menos lo pensé en el infierno me quede.
El muerto a la sepultura y el vivo a la travesura.

Mujeres juntas, sólo difuntas.


A mí la muerte me pela los dientes.



Hierba mala nunca muere y cuando muere a nadie le hace falta.



¿En que quedamos, pelona, me llevas o no me llevas?...



El que se niega a morir, no ama a sus parientes.



Hay muertos que no hacen ruidos porque andan de huaraches.


Para morirse solamente hay que estar vivo.


martes, 16 de octubre de 2007

Quien teme la muerte, no goza la vida.


viernes, 28 de septiembre de 2007

MarcelMarceau.



Transformación del silencio

Ahora, solo frente al monitor, reflexionando sobre mí trabajo fotográfico. Al igual que mucha gente estoy en una gran soledad. Cada vez me siento mas sumido en el silencio sin forma por el deceso de Marcel Marceau. Por mi mente pasan revoloteando recuerdos, de los que le dan sentido a la memoria -mi memoria- y recuerdo especialmente una tarde en el centro de la ciudad de México. Jadeante como siempre, por andar corriendo, por no ser leal con el tiempo, llego tarde a mi cita con él. ¿Eres el fotógrafo que espera el señor Marcel?, me pregunta el improvisado portero de voz ansiosa. Si, respondo sin frenar mi paso. Lleva treinta minutos esperándote dando vueltas al escenario y dice que no comienza la función hasta que se tome las fotos. ¡Estamos a cinco minutos de abrir el telón, es el tiempo que tienes para hacer la sesión fotográfica. Mientras recorríamos a zancadas los callejones del interior del teatro, para llegar al escenario del Teatro de la Ciudad. En el escenario, me topo con una larga figura blanca fina, de pantalón y playera blanca, con delgadas rayas rojas, moviéndose con delicado paso, caminaba en círculos sin inquietarse. Buenas noches señor Marceau, cínicamente salude. ¿Comenzamos?, por que me piden que salga yo del escenario en cinco minutos, dije en mi ansiedad, olvido que el no habla español, ni yo francés. La comunicación estaba dada. Sin más levanto los hombros y comenzó la función particular. La mímica fue nuestro idioma. Ahí me estrene en el arte del idioma gestual. Yo le sonreía, y él traducía, dibujando en su rostro la alegría. Yo ponía carita triste, entonces el con su mano barría su rostro trasformando la sonrisa la alegría en tristeza. Así, frente al fotógrafo, Marcel comenzó a interpretar a Marceau. Puedo decir que frente a mí, a escasos centímetros viví la transformación del silencio. No hacía falta la voz para comunicarnos. Que manera de seguir viéndolo y disfrutando a través del recuerdo, ver salir las perlas de sudor de su rostro iluminándolo, llenándonos de ese grandioso amor por la estética de la vida, y darse al publico ávido de impresiones humanas. Este con impaciencia, aplaudía cada vez mas, había ya un para entonces un retraso de treinta minutos. Toda esa alborotada rechifla estaba del otro lado del telón. En el escenario, el fotógrafo era el único privilegiado espectador de una extraordinaria función.
Esas prodigiosas manos dejaron huella permanente, la sonrisa, la sorpresa, la tristeza, la ingenuidad, nos dejaron ver y sentir en el escenario lo que realmente no existía. Mariposas, viento, escaleras, flores o damas cortejadas, habitantes de la imaginación invitados por él mimo. Bastaba un etéreo movimiento para atraer un mundo de personajes y situaciones al escenario. Su expresión corporal lo llevo a niveles de interpretación mímica nunca imaginados. Lo asombroso fue disfrutarlo tan cerca que escuchaba su respiración. Su partida desdibujo la sonrisa. Conocemos el otro rostro de Marceau. Nos obligo a quedarnos momentáneamente con el.

En este momento duele. Ahora solo, frente al monitor el cursor destella flashazos de memoria, granitos de recuerdo que comparto contigo.


jueves, 20 de septiembre de 2007

" Feliz Cumpleaños Abuelito "




Sonrió con mis ojos, boca y alma
a ti abuelito
y aprovecho esta inocencia
que es muy corta y fugaz.
Verte es júbilo de niña
pequeñita y mimada.

Nunca te alejes, abuelito,
de mi lado
y yo siempre seré,
modestamente,
tu nietita consentida.

Abuelito, eres como una luz,
una luz muy fuerte
para mí.
Te quiero
Tu nieta Sofía.
PD: Esperamos que Dios nos regale muchisimos años de su bella compañía, que cada amanecer tengamos la dicha de poder compartir juntos las alegrías y penas, pese a la distancia.
Reciba de nuestra parte todo el amor, cariño y respeto.
Lo queremos mucho.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Cascada de Soteapan



Los veracruzanos son finos de trato, gente llena de alegría y de mucho de colorido, parte de su grandeza la marca su colosal naturaleza. Es la cascada de Soteapan la que los llena de su grandeza.

jueves, 16 de agosto de 2007

Lago de los Cisnes


Tras telón los sueños están al borde de un escenario, el corazón palpita y las emociones son están a punto de desplegar.
Tras telón las pequeñas bailarinas están en el clímax de las emociones, en un momento estarán frente al público en el gran foro, el "Lago de los cisnes" se convierte en el lago de sus sueños.

martes, 31 de julio de 2007

lunes, 30 de julio de 2007

Árboles


Dijo un árbol a un hombre :
"Mis raíces habitan en lo profundo de la tierra roja, y
te daré mi fruto
"Y el hombre dijo al árbol:
"!Qué parecidos somos! Mis raíces también habitan
en la profundidad de la tierra roja. Y la tierra roja te da poder
para concederme tu fruto y la tierra roja me enseña
a recibir de ti con agradecimiento."
(Gibran, Khalil)

Hola al Viento



"En la Naturaleza no existen fronteras. No están más que en nuestra mente. Toda tierra es de todos y toda cultura no es más que ideas que nos separan"

lunes, 2 de julio de 2007

Flor de la Virgen

Su belleza solo se puede apreciar una vez al año...


domingo, 1 de julio de 2007

Maguey

Con "M" de Maguey y de México...


miércoles, 27 de junio de 2007

Danza de Pilatitos.

Danza de conquista que se compone de diferentes sones, se caracteriza por llevar niños muy pequeños
al final de cada fila, en recuerdo de los santos inocentes, que fueron sacrificados por Poncio Pilatos.
Esta danza se lleva a cabo en el pueblo de Huatusco al sur de Veracruz.


P.D: Dedicada a T.I.N.A por su admiración a nuestra señora de Guadalupe.

Flor del Maguey

Su espera es de tan solo 20 años...



martes, 26 de junio de 2007

Laguna de Guelatao

Guelatao significa en zapoteco: " Laguna del encanto, o Laguna encantada ".




viernes, 22 de junio de 2007

Una de las tantas tradiciones mexicanas

Mito, Magia y Tradición, Capturados por el lente de Juan Miranda...



Las Trajineras de Xochimilco

En su caminar por la ciudad de México no podia faltar la captura del colorido de las trajineras...




Metáfora

Durante sus recorridos por el Estado de Veracruz se ha encontrado con metáforas como esta...



Otra Foto de Juan Miranda.

miércoles, 20 de junio de 2007

Atardeceres en Oaxaca

Un atardecer en Guelatao, Oaxaca.

Instantes que la naturaleza repite constantemente, quedan registrados por la lente del fotógrafo Juan Miranda. Sus imágenes nos permiten ver las transparencias, formas, texturas y colores del cielo y tierra de México, éstas fueron captadas al paso, con la intención de crear un mosaico de imágenes cotidianas pero en perpetuo cambio, solo tenemos que ver hacia el cielo o la tierra para toparnos con ellas. Un México que se esfuerza y trabaja.

Entrevista a Juan Miranda


La Jornada Semanal, 13 de octubre de 1996

Entrevista con Juan Miranda

Curanderos y Chamanes

Por Germaine Gómez Haro

Ampliamente conocido en el medio periodístico por su larga trayectoria, primero en la revista Sucesos para todos, que dirigió Gustavo Alatriste ­donde laboró de 1969 a 1977­ y luego en Proceso, donde coordina actualmente el Departamento de Fotografía, Juan Miranda (San Andrés Tetepilco, DF, 1949) da un giro en su quehacer fotográfico para adentrarse en la Sierra Mazateca con el fin de retratar a algunos de los principales sabios, herederos de la milenaria tradición medicinal de la célebre Huautla de María Sabina. Su exposición Curanderos y Chamanes se exhibó en la Casa Lamm dentro del marco de Fotoseptiembre.

¿Cómo llegaste por vez primera a la Sierra Mazateca?­

Hace once años nos enviaron de Proceso a realizar un reportaje sobre María Sabina, en el cual se intentaba demostrar cómo ese gran personaje de reconocimiento internacional pasaba sus últimos años en un total abandono. Tuve la enorme fortuna de conocerla y de participar en su compañía en una ceremonia de hongos. Era una mujer de una dulzura increíble, que te acariciaba con la mirada. María Sabina fue la primera chamana mazateca que se dio a conocer fuera de la región; sin embargo, sabemos que la tradición es milenaria y que actualmente sobrevive gracias a algunos de sus sucesores, quienes con gran celo han sabido preservar las enseñanzas de la sacerdotisa. A estos personajes dedico mi trabajo reciente, con el fin de difundir la autenticidad y profundidad de estas ceremonias rituales, tantas veces malinterpretadas o tergiversadas por la sociedad moderna.

¿Existen todavía muchos chamanes en la región mazateca?­

En realidad no tantos, y mucho me temo que la tradición terminará por desaparecer. Chamanes son dos: Filogonio, uno de los nietos de María Sabina, considerado actualmente el Chamán Mayor, y Ricardo Rocha. El resto son curanderos en diferentes especialidades.­

¿Cuál viene siendo la diferencia entre chamán y curandero?

­Es básicamente lo mismo. Ambos se dedican a curar el cuerpo y el alma, pero los chamanes incorporan en sus ceremonias el uso de los hongos alucinógenos, mediante los cuales logran ver el interior del paciente como a través de una radiografía que les permite detectar exactamente cuál es el mal que los abruma, ya sea físico o espiritual. Su función es extraer la energía negativa que has acumulado a lo largo de los años y que en determinado momento se puede convertir en insoportable carga emocional. El Chamán Mayor tiene el reconocimiento de la comunidad por ser el sucesor directo de la sacerdotisa de los hongos y por estar conectado directamente con Dios, y es quien, durante la ceremonia, se bate personalmente contra las fuerzas del mal que abruman al enfermo que deposita en él su confianza.

­¿Cómo se establece la jerarquía del chamán?

­Todo depende. Puede ser por sucesión, como es el caso de Filogonio, o bien por designación divina, como le ocurrió a Ricardo Rocha. Mira, si llegas a Huautla como vil turista y no acudes a las personas adecuadas, te van a abordar en la entrada para venderte los hongos como si fueran dulces y cualquiera te jura que es pariente de María Sabina. En efecto, dejó una numerosa descendencia, pero antes de morir designó como único sucesor a su nieto Filogonio. Éste cuenta que cuando su abuela se encontraba ya muy enferma, le comunicó a través de los sueños que lo necesitaba de regreso en Huautla (él trabajaba entonces en tierras cafetaleras) pues había decidido que él estaba destinado a ser el Gran Chamán. Filogonio regresó con toda su familia al Fortín ­el barrio más alto de Huautla­ y le tocó presenciar todo el drama de la muerte de su abuela. Ahí compartió la dolorosa experiencia con Juan García Carrera, ahijado y último traductor de la sacerdotisa, y quien años después publicó La otra vida de María Sabina, donde relata cómo en esos penosos momentos todos les fueron cerrando las puertas y nadie ­ni siquiera las autoridades­ les quiso ayudar durante la agonía y el sepelio de la chamana. No te imaginas la marginación en la que vive esa gente. Encontré una pobreza impresionante cuando visité Huautla por primera vez, hace once años, y hoy la situación sigue siendo la misma y así vivió María Sabina. Imagínate que Margarita López Portillo le regaló una casa prefabricada, supuestamente para ofrecerle un nivel de vida más digno, pero nada más dejaron la casa ahí, jamás le conectaron ningún servicio, de modo que tampoco fue una gran ayuda. Al final, sólo Filogonio y Juan García Carrera se ocuparon de acompañarla a la sepultura. Desde entonces, Filogonio ocupa el lugar de su abuela y García Carrera se ha dedicado a difundir la imagen auténtica de la madrina, tantas veces distorsionada por los charlatanes que buscan lucrar con esa figura casi mística. Además, quiero subrayar la gran labor que está haciendo García Carrera de recopilar las leyendas y tradiciones de la cultura mazateca, con el fin de preservarlas y darlas a conocer fuera de la comunidad.La historia de Ricardo Rocha es otra. Él cuenta que cuando tenía treinta años de edad sufrió una experiencia que cambió el destino de su vida. Por ese tiempo cosechaba con gran prosperidad unas tierras fuera de su región natal. El éxito y el hecho de ser un extraño alimentaron la envidia de los vecinos, quienes, asegura, le echaron el mal de ojo; lo hechizaron a tal grado que enfermó de parálisis y anemia, quedando ciego y sordo. Fue entonces cuando recurrió por primera vez a los "hongos milagrosos", como último recurso para recuperar la salud. Sostiene que recibió el designio de Dios para curarse solo y a partir de entonces decidió dedicar el resto de su vida al oficio de curandero.

­¿Y en las ceremonias religiosas, además de los santos cristianos se invocan deidades paganas?

­No, los dioses prehispánicos aparecen más bien en el transcurso del viaje alucinógeno, ¡en serio! Los curanderos y chamanes invocan primeramente al Dios todopoderoso. Mencionan por lo común a San Martín de Porres, Jesucristo, la Virgen de Guadalupe, al Sagrado Corazón, a San Martín Caballero, entre otros. El rezo del curandero es una elevación de sus peticiones a lo sagrado. Los hongos están ahumándose y el humo se lleva las palabras hacia lo alto. Se ruega por la curación y la prosperidad del paciente. Con un esfuerzo sobrehumano, ellos extraen el mal del interior del enfermo y lo absorben; al final, lo vomitan físicamente.­Aunque predomine la religión católica, las supersticiones y los amuletos a los que recurren los indígenas denota, de alguna manera, una supervivenciade los cultos paganos,

¿no es cierto?­

Claro, utilizan los amuletos como complemento de la curación, o como instrumentos que apoyan la práctica del ritual, por ejemplo las hojas de floripondio, las plumas de guacamaya, el papel amate, los huevos de totol, los granos de maíz y de cacao, etcétera. Aunque no falta el agua bendita para ahuyentar a los malos espíritus. Es célebre el San Pedro que todo lo cura (tabaco molido, mezclado con cal y ajo); igual te lo untan para calmar un dolor, que te lo regalan en un paquetito para que te traiga suerte. (Por si acaso, yo siempre lo llevo en la cartera.) Depende de la especialidad de cada curandero el sistema que se emplea y los amuletos que se utilizan. Por ejemplo: Juan Allende, huesero, lee la suerte con copal; doña Brígida García es clarividente con las velas; Rosalío Viera, "chupador de enfermedades", literalmente succiona el mal del paciente; Herminio González, maestro en el oráculo de la suerte, interpreta el futuro por medio de su libro de destinos; José Luis García, honguero, proporciona a sus pacientes un caldo que consiste en granos de cacao, agua bendita y la sangre de gallos sacrificados. Gracias a su buena disposición, podemos verlos a todos en mis fotografías, algunos de ellos en pleno ejercicio de su oficio.

­¿Y qué nos dices de los hechiceros?

­¡Uf!, ése es otro mundo, son palabras mayores. El hechicero, en vez de acudir a Dios, invoca a las fuerzas del mal con un fin negativo, destructivo. Con ellos preferí no meterme porque, además, todo lo malinterpretan y si algo no les parece ¡olvídate!, no la cuentas. Mira, intentamos acercarnos a una hija de María Sabina ­María Apolonia­ y en un principio aceptó dejarse fotografiar. Pero después apareció su hijo echando serpientes por los ojos, y como es una sociedad enteramente patriarcal y el hijo mayor lleva el control total de la familia, éste se negó rotundamente. Su argumento era que seguramente estábamos comercializando las imágenes de su gente con fines de lucro. Le expliqué la finalidad de mi proyecto, y le aseguré, inclusive, que en la exposición de la Casa Lamm las fotografías no iban a estar a la venta, que el único objetivo era la difusión de sus tradiciones. No hubo manera, y nosotros, con todo respeto, nos retiramos.

­¿Y es abiertamente aceptado entre ellos acudir al hechicero para hacer el mal a un tercero?

­Sí, también forma parte de su tradición. Finalmente, pensé que por algo pasan las cosas:

¿para qué promover el trabajo de alguien que se dedica a hacer el mal?

Por el contrario, el trabajo de los chamanes no despide más que bondad y generosidad, pura energía positiva.

­¿En la comunidad existen charlatanes que se dediquen a tomarle el pelo a la gente con falsas curaciones?­

No, pues ellos, aunque no se vean, se reconocen a través de los hongos y entre ellos no hay engaño posible. Los charlatanes son más bien aquellos que han explotado la imagen de estos sabios sacerdotes con fines superficiales, de comercialización ­como ocurrió en numerosas ocasiones con María Sabina­, sin preocuparse por profundizar en la complejidad y la autenticidad de esta tradición religiosa milenaria. (Los rostros que vemos en las fotografías de Juan Miranda me recuerdan las mascaras prehispánicas; son expresivos por la fuerza de sus angulosas facciones, gestos indescifrables, inermes, al mismo tiempo cercanos y lejanos. El lente de Miranda logra captar la serenidad que brilla en sus miradas penetrantes,que revelan la generosidad de quienes ­con la fe y la sabiduría como instrumentos de trabajo­ dedican su vida a asistir al prójimo.)­

¿Por lo regular aceptan que se fotografíen sus ceremonias y se prestan para posar ante la cámara?­

Son personas muy sensibles que inmediatamente se dan cuenta de las intenciones del visitante. Yo he tenido la suerte de ir acompañado por mi tocayo Juan García Carrera, a quien todos conocen y respetan. Y en todos los casos, al manifestarles mi respeto y admiración por su trabajo, me han abierto sus puertas y sus corazones. Ahora cuento con numerosos amigos en la comunidad. A fin de cuentas, para ellos lo más preciado es que les regales una sonrisa. Es gente entrañable, de una generosidad inconcebible.­

¿Piensas acercarte a otras comunidades indígenas con el mismo fin?

­Definitivamente. Mi trabajo en Proceso me ha dado la oportunidad de viajar por todo el mundo recopilando imágenes, pero ahora más bien me dedico a coordinar el Departamento de Fotografía porque me interesa la proyección de los jóvenes que tenemos ahí. El más reciente trabajo que hice para la revista fue un ensayo fotográfico del subcomandante Marcos. Pero a partir de esta experiencia trascendental con los mazatecos, me he planteado el proyecto de hacer un largo recorrido por todas las regiones indígenas, con el mismo fin de recopilar imágenes que queden como testimonio de esa realidad de nuestro país, que cada vez me interesa más. Para ello pienso solicitar una beca del FONCA, pues sería un largo trabajo que me llevaría quizás unos tres años o más, ya que la idea es meterme de lleno en cada cultura para poder dejar la constancia de ese México profundo que la mayoría de nuestra sociedad, desafortunadamente, desconoce o ignora.

Salida de Excélsior



Foto: Juan Miranda (Julio de 1976)